EMEMEM

 

El trabajo artístico de Ememem es el de un sanitario, a medio camino entre el de un cirujano y el de un curandero: por un lado, disecciona de manera meticulosa las heridas de las calles y, por otro, posa sus manos sobre ellas para tratar de sanarlas. A su paso por San Cristóbal dejó seis intervenciones artísticas en el barrio, o lo que viene a ser lo mismo: seis heridas urbanas curadas de manera poética.

Con Ememem, todo comienza con el deambular por las calles y plazas del lugar, con unos ojos expertos en encontrar esos daños del espacio público en los que nadie repara, pero que están ahí como reflejo del paso del tiempo y de la dejadez. Después toca buscar el material cerámico disponible para reutilizar: baldosas rescatadas del olvido en trasteros y contenedores de obra y azulejos descartados por las propias vecinas y vecinos se convierten en la materia prima con la que componer las piezas en el taller. Una vez cada pequeña creación está medida y cortada al milímetro y ensamblada en su conjunto, llega la operación de calle. Recoger todos los bártulos y aparejos, transportar con sumo cuidado la obra para que no se dañe, limpiar el agujero, preparar el cemento y posar la pieza. Esto último se hace con suma delicadeza, pasando las manos descubiertas por encima, casi a modo de caricia, hasta que la obra está completamente limpia y seca. Para concluir hay que esperar a que fragüe el cemento, para protegerla de pisadas demasiado tempranas. Esos minutos mágicos en los que cemento, agua, azulejo y aire trabajan solos, ponen de alguna manera a prueba la paciencia de artista y equipo, pero la espera merece la pena: pasados unos minutos, voilá, la intervención está terminada.

De las seis intervenciones realizadas en San Cristóbal, cuatro de ellas se hicieron sobre suelo y dos sobre pared; en la mitad de los casos aparece un pequeño texto que mezcla el humor con la reflexión (“Llama a tu madre”, “Aquí yace un bache” e incluso un pequeño crucigrama), y en una de ellas un falso enchufe nos invita al juego. Todas generan belleza donde antes no la había, y sorpresa, ilusión e incluso risas tras su inesperado descubrimiento. En definitiva, Ememem transforma, repara y mejora el espacio público -en este caso el de San Cristóbal-, y por lo tanto también la vida de quienes lo habitan, a través de composiciones abstractas de azulejos reutilizados realizadas con maestría artesanal y mucho cuidado. Pura poesía de barrio.

 
 
 
 
 
 
 

EMEMEM (FRANCIA)

Reparador de asfalto, poeta de las aceras, cirujano del macadán… Ememem es uno de esos hijos del asfalto que lleva el desorden en la sangre. En eventos artísticos o de incógnito a la luz de la luna, repara la calle y los corazones de quienes la pisan… Ememem o el arte de curar la calle.

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